Las redes sociales nos dan la libertad de comunicarnos con nuestros seres queridos, cuándo y dónde queramos. Sin embargo, por culpa de ellas un tercio de las personas a nivel mundial se comunica cada vez menos cara a cara con sus seres queridos.as relaciones con la familia, amigos y colegas están cambiando a medida que la gente se comunica menos cara a cara, como resultado de las redes sociales.
Es una auténtica pena y muchos psicólogos advierten que vivir la vida a través de la constante exposición a las redes sociales puede acarrear bastantes problemas en lo que refiere a la forma en que nos relacionamos con otras personas. Y no solo por la dificultad evidente de entablar conversaciones y “amistades” a través de las redes, sino también por los problemas de autoestima asociados a esta dependencia del móvil. Dependencia que, por cierto, recibe el nombre de nomofobia.
Pasamos más tiempo pensando en cómo las demás personas nos perciben que no en vivir nuestras propias aventuras y experiencias.